¿Qué se puede decir de un libro decepcionante? Me responderé yo mismo aplicando algo de sentido común: nada bueno.
Intentaré ser un poco benévolo y reconoceré un interesante trabajo formal y estructural en un libro donde se baraja la ficción y el ensayo, con otro género menor, el del libro de recetas. Hablaría un buen rato del magnífico uso del lenguaje, exquisito y asequible a un tiempo. Y no se puede obviar el enorme esfuerzo por hacer una recreación histórica fiel.
Pero, como si fuera una receta de cocina, para hacer un buen guiso no sólo se necesita un buen recipiente, un buen fuego y respetar los tiempos de cocción, si no también unos buenos ingredientes. Y muchas veces, aunque se disponga de todo ello, no se consigue dar con el punto adecuado.
Yo he encontrado en este libro un punto de partida amargo, donde cada página se convierte en un sinfín de nombres y hechos que quieres tragarte lo antes posible. A la historia de Inés y Galán le falta color, chispa y un poco de acción, llega a ser una historia tan insípida y tan larga como beberse 2 litros de agua del tirón. Y sin temor a repetirme y siguiendo con el símil alimenticio, si un arroz lo tienes cociendo más tiempo del necesario, termina por pasarse.
En definitiva, un libro al que le sobran páginas, le falta interés y por tanto, decepciona.
(¡con las ganas que le tenía, después de que me lo firmara la autora!)
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